miércoles, 14 de agosto de 2013

La danza de la muerte

La vida y la muerte danzan en torno a nosotros todo el tiempo. Aún sigo sin creerme la muerte de Ángel.

Pensamos que tenemos todo hecho, que somos eternos o que hemos superado los malos momentos convirtiéndonos en seres casi inmortales y de repente nuestra amiga la de la guadaña nos recuerda que en este baile, ella marca el ritmo.

No queda otro remedio que disfrutar la vida, saboreándola a pequeños sorbos porque de otra manera llegará el día en el que bailes en la oscuridad pensando en que no has vivido nada.

La muerte sabe que lleva ventaja sobre la vida y por eso le deja ventaja, aunque en ocasiones nos empeñamos en que esa ventaja sea menor y nos dedicamos a desperdiciar nuestra vida entre llantos y lamentos por lo que ya ha pasado o en el peor de los casos por lo que nunca pasará.


El ser humano necesita equilibrio en su vida, necesitamos equivocarnos para aprender, necesitamos de las malas acciones para valorar las buenas, al igual que la vida necesita de la muerte para recordarnos que somos vulnerables.

A pesar de que tengo asumido el hecho de que todos morimos, echo de menos aquellos años cargados de inocencia, en los que creía, que el amor nos salvaba de la muerte y nos despertaba de ese sueño largo; Ahora me doy cuenta de que lo único que nos puede dar la eternidad es el recuerdo de los vivos.

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