La felicidad.

En lo que a la felicidad se refiere podemos encontrar dos tipos de personas principalmente, las que son felices y las que aparentan serlo.

Evidentemente existen una serie de diferencias fundamentales entre unas personas y otras; Podemos afirmar sin lugar a dudas que la persona que es feliz no necesita en su vida demostrar que lo es y por contra la persona que aparenta ser feliz intenta en todo momento mostrar al resto de los mortales que lo es.

He observado a lo largo de estos años este hecho, pero ahora con las redes sociales es algo que se acentúa más ¿quién no ha recibido o mandado las 1000 fotos de sus vacaciones? o ¿quién no ha recibido o mandado la comida más opulenta que ha hecho? Es curioso observar como nos quejamos sin parar por nuestra falta de privacidad, cómo gran hermano nos controla...Pero al mismo tiempo contribuimos a ello compartiendo nuestra "felicidad" con los demás.

Otras personas intentan mostrar su felicidad comprando cada vez un mayor número de bienes materiales (formando sociedad con el banco, hasta casi que la muerte los separe) para así mostrar al resto que todo marcha bien, evidentemente la persona que es feliz también puede comprar los mismos bienes pero sin la necesidad de alardear delante de nadie de las compras que ha realizado y normalmente además intentando que sus lazos con el banco no sean más largos que su vida.

El ser o no ser feliz depende de uno y por mucho que nos encarguemos de mostrarles a los demás una cara que no tenemos, al final las caretas se caen y nos quedamos con nosotros mismos, ya sabéis la única persona a la que no podemos engañar.

La clave de la felicidad se encuentra en encontrarnos a nosotros mismos, intentar hacer pequeñas cosas cada día que nos recuerden que somos únicos y especiales, encontrar un camino de realización que al mismo tiempo en muchas ocasiones debe servir para hacer la vida más agradable a los que tenemos alrededor y es que la vida es demasiado corta para perder el tiempo aparentando ser feliz.