sábado, 3 de agosto de 2013

La eternidad

Vivimos en un mundo en el que todo el mundo quiere ser eterno, sin darse cuenta de que la eternidad solo se consigue muriendo y afortunadamente casi nadie quiere morir en nuestra sociedad ya que la muerte no es una liberación de la infernal vida a la que estaban sometidos nuestros antepasados.

Otras muchas personas buscan la eternidad teniendo hijos, piensan que así su legado se mantendrá en este mundo, otros muchos se plantean escribir un libro o plantar un árbol, pero olvidan escribir su vida o cultivar su sabiduría.

En mi opinión, la eternidad se alcanza de la mano del amor. No el amor romántico de pareja sino del amor por todas las cosas. Cuando aprendes a vivir apasionadamente olvidas tu miedo e inseguridad, sientes que puedes hacer cualquier cosa, lloras por tus seres queridos pero al mismo tiempo sientes alegría por haberlos tenido cerca, aprendes que el sexo y el amor no son la misma cosa pero que cuando tienes sexo con la persona que amas te sientes la persona más afortunada del mundo pero que a la vez si alguna vez tienes sexo sin amor tampoco eres un ogro.

La pasión te conduce a la libertad y la libertad a ser mejor persona, a conocerte mejor, saber las cosas que no quieres en tu vida y valorar lo que tienes antes de perderlo. La libertad es una sensación maravillosa que todo el mundo debería saborear alguna vez en su vida.

Hace cientos de años y hoy en algunos países existen esclavos pero ojo, no solo existen esclavos físicos en países subdesarrollados, creo que en muchas sociedades existen esclavos de la moda, de la tecnología, del amor etc... si eres uno de ellos piensa en lo que te he dicho, vale la pena sentirse libre.

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