lunes, 11 de enero de 2010

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde.

Corren tiempos duros, me ha costado mucho ganarme la vida durante estos años y ahora por culpa de la crisis el trabajo de muchos años de constancia e ilusión se tambalea y puede caer en cualquier momento.

Y aquí me encuentro en un momento en el que parece que mi vida va a perder el apoyo que siempre ha tenido mi trabajo sin poder evitar sentirme fustrado y cabreado con el mundo. Ese mismo mundo que siempre he intentado cambiar empezando por mi mismo y continuando por distintas actividades que ya no parecen importar a nadie.

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde y la verdad debe de ser cierto porque en el último año he observado como la gente ha perdido la vergüenza a la hora de pagar y a la hora de cumplir con su palabra, la pena es que por esto algunos vayamos a perder hasta los pantalones.

Supongo que incluso sin pantalones algunos tendremos más dignidad que otros muchos aunque quizás con la dignidad no se come, al menos en este mundo.

Mientras tanto seguiré un camino, aguantaré hasta donde pueda, es la única manera que he aprendido de hacer las cosas y seguiré dando que hablar incluso a mis amigos que comentan que no se me ve, supongo que para que entendieran mi situación deberían estar viviéndola.

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