martes, 19 de enero de 2010

La ley del mínimo esfuerzo.

Me sorprende ver como algunas cosas no cambian a pesar de que la sociedad avance cuesta abajo y sin frenos.

Me encanta ayudar a la gente, intentar hacerles la vida más fácil pero sólo hay una cosa que detesto, la gente que durante un tiempo se dedican a meterse contigo para luego ni siquiera pedir ayuda sino exigirla.

Hay gente que necesita con urgencia ser ayuda, que intentan todo con todas sus fuerzas y aún así necesitan más atención, a esos no me importa echarles una mano pero a la gente que tienen todas las facilidades del mundo para hacer algo y no lo hacen por perrería... No me parece justo dedicarles un tiempo que le puedo dedicar a otra persona que lo necesita más.

Supongo que hay gente que con los años no ha aprendido que las cosas tienen un precio y que el esfuerzo es fundamental para conseguir lo que se quiere.

A mi poca gente me ha regalado nada (salvo mis padres que siempre han estado ahí) pero ni en mis tiempos oscuros cuando la vida no tenía sentido, ni cuando hice el servicio militar, ni trabajando, ni ahora que he vuelto a estudiar.

No creo en la ley del mínimo esfuerzo, creo que uno siempre tiene que dar lo mejor de uno mismo, no me valen excusas, sólo me vale el esfuerzo y el sacrificio diario.

Por eso os animo a luchar por vuestros sueños, apuntad alto no tengáis miedo y cuando os fallen las fuerzas contad conmigo, pero por el contrario si pretendes hacer las cosas sin esfuerzo aprovechándote de todo el mundo mejor olvidate de mí.

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