miércoles, 14 de julio de 2010

De jaulas de oro y pájaros de barro.

Y es que no puedo dejar de pensar que el amor no es una cárcel, que estar con alguien no significa renunciar a tu vida y a tu forma de vivir.

Esta reflexión no para de rondar mi cabeza, mucha gente me acusa de tener miedo al compromiso, supongo que la gente que me acusa de eso, no ve realmente su realidad y prefiere criticar la mía.

Mi realidad es que no creo en jaulas de oro, no creo que querer a alguien sea hacer o recibir regalos caros, ir a cenar a sitios caros y comportarme de manera prepotente.

No creo que el amor sea prohibir a la otra persona vestir de tal manera o no hacer nada cada uno por su lado, desde luego si eso es amor no lo quiero.

Supongo que por esa razón no me he casado, supongo que no estaba dispuesto a aguantar a nadie que dirigiera mi vida, por el contrario de un tiempo a esta parte disfruto de la compañía de alguien que piensa como yo, que no cree ya en las jaulas de oro, cree en el día a día.

Por otro lado a la gente que juega a enamorarse, que pretende buscar el amor a cualquier precio, incluso pagando el más algo que es la libertad, a aquellos que simplemente saben del amor lo que han visto en las películas, que piensan que el amor es como un pájaro de barro que moldear a tu imagen y semejanza, me gustaría recordarles que el barro cerca del sol se deshace.


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