martes, 6 de julio de 2010

Los pijos

Recuerdo hace ya algunos años cuando salía en un grupo de pijos infumables.

Todos ellos estudiantes y claro según ellos poseedores de una gran cultura y que en breves años todos iban a estar trabajando, en grandes puestos de trabajo, ya que iban a ser ingenieros.

Recuerdo como tardaban una hora más en arreglarse y te hacían esperar porque parecía que así eran más importantes, recuerdo el menosprecio con el que trataban a las pobres incautas que giraban a su alrededor, adorando su ropa cara y su cara bonita.

Evidentemente no duró mucho mi relación con ellos, en muy poco tiempo dejé de salir con ellos y busqué amistades en otros ambientes, supongo que no congeniaba demasiado mi ropa normal y mi vida por aquel entonces de currante sin estudios universitarios con su vida.

Lo gracioso es que han pasado ya algunos años, ellos mucho siguen estudiando, sin haber trabajado nunca, las chicas cada vez les huyen más porque se están convirtiendo en seres extraños que habitan los bares de siempre a las horas de siempre y sin embargo otros bueno es posible que el trabajo ahora después ya de muchos años nos vaya mal por la crisis, pero vamos a empezar una carrera que seguramente la acabemos antes que ellos incluso, hemos vivido, resultamos personas sencillas e interesantes y sobretodo no nos hace falta pantalones de 100 euros para ser como somos.

Y es que curiosa sociedad que mide la grandeza personal con el dinero, ropa etc... Detesto a la gente así, lo siento pero no lo aguanto y cada vez hay más gente así.

Me pregunto si alguna vez esta gente ha visto caer la lluvia, no ha visto que todos nos mojamos por igual, que todos estamos cortados por el mismo patrón.

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