Esta reflexión viene debida a cosas de las que me he enterado este fin de semana, aunque la verdad tampoco son cosas que me pillan de susto, siempre las había sospechado.
Y es que la intuición es un arma que lamentablemente sólo se agudiza con el paso de los años y aún así nunca deja de estar perfeccionada al cien por cien.
Es increíble como la gente presume de pareja estable, de novio, de novia, de amar hasta el fondo de los huesos, colgarse etiquetas de victimas del amor para luego enterarte que todo es pura fachada y que son capaces de poner cuernos a diestro y siniestro.
Hace un tiempo escribí aquí de la cantidad de gente que llenan su boca con un te quiero, lo poco que me fiaba de los amores súbitos, que al igual que la muerte súbita llega de una manera tan rápida que no te da tiempo ni para decir adiós.
Y es que no necesito nadie que presuma ante sus amigos y los míos de lo que me quiere, no necesito a nadie que pregone que me ama, simplemente necesito a alguien a mi lado que sea feliz conmigo, hasta los días que me empacho con un kebap y estoy que no estoy...
Supongo que de nada sirve que te digan te quiero, haría cualquier cosa por ti, si realmente luego no se de muestran esos sentimientos, así que amigos ser listos y fijaros en los ojos de la gente, si demuestran hambre de vosotros es posible que realmente os quieran pero si por el contrario muestran indiferencia que no os engañen con palabras vacías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario