martes, 13 de octubre de 2009

Cuanto gilipollas.

Bueno el otro día pude comprobar lo que más le duele comprobar a una persona y es que un amigo es GILIPOLLAS.

Resulta que tengo un amigo que ha perdido el norte y se dedica a intentar acostarse con todo lo que se mueve, cosa que yo vería con buenos ojos si se dieran las condiciones óptimas para ello, esto es que la otra persona supiera de que va este elemento y no fuera engañada vilmente.

Para colmo este personaje se dedica a dar lástima, no hay nada peor que ligar dando lástima porque normalmente las personas engañadas resultan ser buenas personas que se conmueven por el mal del otro.

Lo más patético es que esta persona siempre habla de estar enamorado, claro esta enamorado hasta que se le cruza una escoba con faldas y ve la oportunidad de tener sexo fácil.

Me parece increíble ver las cosas que le he visto hacer y cuando me parece que ya no puede caer más bajo, sigue cayendo, lo más triste es que tiene ya 32 años y sigue comportándose como un niño de quince años egoísta y mal educado.

La verdad es que me duele reconocerlo pero si los gilipollas volaran, Marte tendría una estación espacial con su nombre.

Resulta que hoy en día hay mucho gilipollas así, por echar un polvo mal echado te mienten, te intentan dar pena y son capaces de traicionar al amor de su vida, por suerte los feos no tenemos necesidad de eso, ya que cuando echamos un polvo no engañamos a nadie, ni siquiera a nosotros mismos como parece que hacen algunos... desde aquí solo puedo decir que espero que algún día os reviente en la cara tanta mentira y falsedad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

en eso te doy la razon es que no va acambiar nunca el tio y alos feos no nos pasa eso jajajajaja