domingo, 18 de octubre de 2009

Se cierran puertas y se abren ventanas.

El otro día agotado de correr me dediqué un segundo a sentarme y quejarme.

En ciertas ocasiones es necesario quejarse y patalear, sobretodo que no nos quiten el derecho al pataleo es de los pocos que siempre nos quedaran.

Pero hoy, después de un gran fin de semana con gente muy maja, me he parado a pensar en la necesidad de no golpearse con la cabeza en puertas que se cierran y dedicarse a buscar ventanas que poder abrir.

Muchas veces nos cerramos en banda y preferimos seguir llorando de una puerta que se nos cierra y pensamos que es el final, no nos damos cuenta de que hay ventanas que podemos intentar abrir, pero debemos de estar preparados para abrirlas.

En esta fase de mi vida me siento así, en la búsqueda de abrir una nueva ventana y para ello me estoy preparando.

Tengo la inmensa suerte de contar con gente excelente que me brinda su aliento y me anima a seguir y no detenerme pero sobretodo que nadie se me ofenda me tengo a mi.

La vida es una eterna búsqueda, hay que recordar siempre que la búsqueda que realmente vale la pena está en nosotros mismos.

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