El adiós.

Es extremadamente difícil decir adiós a las personas que quieres. Siempre he preferido un hasta luego pero en determinadas ocasiones es complicado no pensar que va a ser la última vez que ves a alguien. Esa sensación es la que tengo desde miles de kilómetros de mi casa, he dejado por unos meses a mis ancianos padres y me preocupa pensar que les dije un adiós y no un hasta luego.

Tengo asumido que así es la vida y que si quiero intentar conseguir aquello que me he propuesto este viaje era necesario dar este paso ya que para el año que viene quizás hubiera sido imposible darlo. Es una pena comprobar como conforme nos hacemos mayores la vida se va complicando y como cada vez que intentamos cambiar nuestro destino nos cuesta más.

 Las personas a las que queremmos pasan por nuestra vida y nos acompañan un trecho del camino, lamentablemente este camino debemos terminarlo solos; Por eso me cuesta trabajo ver como muchas personas a las que amas y quieres con locura se empeñan en apartarte de su camino por cualquier motivo insignificante.

Las personas que saben querernos son tesoros que tenemos que guardar como un tesoro el tiempo que nos acompañen en este camino de la vida cargado de charlatanes y aduladores; Simplemente puedo decir que he tenido unos padres maravillosos y que tengo a mi alrededor gente maravillosa que me quiere, como se suele decir pocos pero escogidos.