miércoles, 24 de julio de 2013

¿Respuestas incorrectas o preguntas incorrectas?

No puedo evitar últimamente perder la paciencia con la gente que dice cometer siempre los mismos errores, me ponen nervioso y me recuerdan a aquel hombre que lloraba por los rincones porque se le había roto la uña del dedo pequeño.

Evidentemente no se lo digo porque entiendo que son mis amigos y que peor lo pasan ellos, atrapados en un tunel sin salida durante años y años sin darse cuenta de que la vida es demasiado corta como para desperdiciarla sin hacerse las preguntas correctas.

Y es que no se trata de encontrar las respuestas adecuadas como pretendemos todos en algún momento de nuestra vida sino en buscar las preguntas correctas que nos permitan intentar contestarnos, ya que el simple hecho de intentarlo ya es un paso.

La vida tampoco consiste en tener todas las respuestas o hacerse todas las preguntas a la vez sino que hay que hacer las pertinentes a cada momento.

¿Qué preguntas hay que hacerse? Esta es la primera pregunta y detrás de ellas deben ir aquellas que nos permitan conocernos y saber dónde se encuentra nuestra felicidad, el resto viene solo, si eres capaz de encontrar aquello que te empuja a vivir cada día con una sonrisa, serás feliz y habrás encontrado la pregunta adecuada.

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