¿Qué está pasando?

Siempre he creído en los refranes populares, creo que son la muestra de inteligencia de generaciones anteriores a la nuestra que sin tantos títulos en su pared supieron ver sus errores y dejaron estas coletillas para prevenir a generaciones futuras.

Alguno de esos refranes sobre los que quiero reflexionar son "la avaricia rompe el saco", "no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita" y "todo aquello que no te llevas cuando mueres es porque no era tuyo".

No puedo sorprenderme al leer la prensa y ver como TODOS nuestros políticos y empresarios de referencia han sacrificado el futuro de al menos una generación de ciudadanos y el presente de miles de mujeres y niños en el tercer mundo por conseguir más beneficios ¿piensan que se lo van a llevar cuando se mueran? ¿piensan no morirse jamás?.

Pero la avaricia y el egoísmo de esta sociedad que hemos creado no es culpa solo de nuestros ciudadanos ilustres, aún recuerdo la mofa de algún conocido cuando digo que no compro nada que sea de marca porque están destrozando el mercado con sus fábricas en el tercer mundo y destrozando el mercado laboral aquí en España.

También puedo recordar el ansía de estos años atrás de la gente por comprar pisos como si fueran churros, el dinero está barato es una manera fácil de enriquecerse o sin ir más lejos las opulentas comidas en restaurantes caros de muchos o las aventuras con modelitos veinteañeros de otros, somos idiotas...No nos damos cuenta de lo importante de la vida hasta pocos minutos antes de nacer, lo importante de la vida no se disfruta un instante se disfruta toda la vida.

De nada sirve cenar en un restaurante de lujo, tener una aventura con una veinteañera, comprar muchos pisos si en tu interior no eres feliz. ¿Alguna vez te has preguntado por qué sientes calor al ayudar a alguien? Es porque en tu interior sabes que es lo correcto, los humanos somos una cadena y la estamos rompiendo.

Deseo acabar ya mi carrera, para volver al mercado y no solo me refiero al laboral (cosa complicada) si no a alguna asociación que se dedica a ayudar a los más desfavorecidos, para que me sigan recordando donde está la felicidad, mientras tanto tú puedes seguir engañándote, sigue teniendo muchos romances, sigue comprando pisos, coches o ropa cara, te aseguro que ahí no está.