El futuro.

Ayer me encontraba sentado en Gervis Square y tuve una rara sensación, no pude evitar emocionarme al notar que el futuro ya había llegado.

Hay una película que me encanta, Blade Runner, es una película futurista del año 82 y me sorprende enormemente ver como ha predecido muchas cosas de nuestra sociedad actual.

Ayer en Gervis Square escuchando a una artista callejera actuar tocando música futurista, sintiendo la lluvia caer sobre mi cabeza, asombrado como la plaza se iluminaba con la luz de un carrusel infantil muy luminoso y observando el tránsito de personas de diferentes nacionalidades, no pude evitar sentirme como en la película.

El mundo se ha convertido en una pequeña aldea, en el que todos vivimos en todas partes, todos somos como peces atrapados en una pecera, buscando un poco de aire para vivir y un poco de felicidad. El problema es que quizás cada vez somos menos felices y cada vez es más complicado encontrar oxígeno para respirar, estamos en manos de multinacionales que nos explotan y la vida se pone cada vez más cara; Además no pude evitar pensar como la soledad se ha apropiado de nuestra vida, cada vez más personas están solas, viven solas, comen solas....Si vives en una ciudad pequeña no eres consciente de ello, pero en las ciudades grandes es habitual.

Espero que por lo menos sigamos siendo humanos, que durante mucho tiempo se preserve nuestra esencia y que tarden en llegar los robots de compañía porque si no ocurre esto, la película habrá acertado de pleno (los chinos son los que parten el bacalao de las manos de las multinacionales).

La naturaleza humana es confusa, el hombre no sabe si es hombre y nuestros recuerdos por muchas fotos que hagamos y publiquemos en facebook se perderan como lágrimas en la lluvia si seguimos con la dinámica en la que hemos entrado.