viernes, 10 de julio de 2009

Son las 4.30 de la mañana.

Son las 4.30 de la mañana, no puedo dormir.

La tranquilidad inunda mi casa y la calle, no se escucha ningún ruido.

¿Hacía donde va mi vida? No puedo responder a esta pregunta a estas horas, demasiado temprano o demasiado tarde para responder.

Hago balance tal y como me ha recomendado una amiga de los últimos cinco años y sin querer sonar pesimista me doy cuenta de que en estos últimos cinco años he perdido mucho más de lo que he ganado (y no hablo solo de pelo).

Han sido cinco años de ver pasar gente por mi vida, gente que era importante que se me han escurrido como arena entre los dedos.

En otros aspectos me siento viejo y cansado, hay días que me cuesta trabajo recuperar la ilusión, no solo en mi trabajo para superar la crisis sino en el aspecto personal.

Cada día me cuesta más confiar en la gente, ver su lado bueno como hasta no hace mucho, ahora solo veo el lado malo.

Me aterra ver el lado oculto de la gente, me aterran unos ojos que dicen lo contrario que sale por la boca de las personas.

Quiero convencerme de que en el mundo hay personas más buenas que malas y quiero soñar con un mundo mejor pero cada día que gasto en este mundo me demuestra cada vez más lo contrario.

Supongo que son las 4.30 de la mañana, el sudor empapa mi cuerpo desnudo y no corre ni pizca de aire, será el sueño del insomne el que me hace pensar en todas estas tonterías supongo que cuando descansé veré todo más claro.

1 comentario:

Celfa dijo...

Sin lugar a dudas, las 4.30 no son horas para hacer balance :)
Y en veranito, con estos calores... las neuronas no funcionan correctamente.

Todos los balances dependen de como uno se encuentre ¿Está el vaso medio lleno o medio vacío?

Posiblemente habrá personas que han salido de tu vida, algunas de ellas sin tú quererlo.
¿Pero qué pasa con las que han llegado de forma inesperada, de las nuevas experiencias? ¿Qué pasa con los que siguen a tu lado? ¿qué pasa con la gente que se siente ayudada por ti?

Es cierto que hay situaciones que no son fáciles, y a veces escapan de nuestras posibilidades hacer que cambien.

Por lo menos tendremos que intentarlo, no?

Positive Thinking, Woodman.