No llores como un niño lo que no has sabido defender como un hombre.

Corría el año... vaya esta manera de empezar no me gusta parezco Cesar Vidal, pero el caso es que hace unos cuantos siglos esta frase lapidaria se la soltó la madre de Boabdil a su hijo cuando este lloraba por haber entregado Granada a los reyes católicos.

Aquellos años fueron de reconquista, en los cuales se recuperaba lo que conocemos como España que había estado en mano de los musulmanes.

Aunque lo parezca y por mucho que me guste esto no es un relato sobre historia sino mas bien sobre sociedad actual.

Me doy cuenta de que hoy en día mucha gente no valora lo que tiene hasta que lo pierde, personalmente puedo decir que antes me pasaba igual, pero ahora he aprendido a disfrutar de lo que tengo y la verdad no lo cambio ni por todo el oro del mundo.

Hay gente que prefiere seguir menospreciando lo que tiene y llorandolo cuando lo pierde.

En concreto pienso que los hijos muchas veces somos así, nos pensamos en nuestra adolescencia en que todo se nos tiene que dar porque si y no valoramos lo que nuestros padres se sacrifican por nosotros (Espero Mari Carmen que les hagas leer esto al par de dos porque esto va por ellos).

Muchas veces es necesario un toque serio para despertar nuestra atención y hacernos caer del nido en el que vivimos cómodamente, buscarse la vida de manera honrada no es fácil y elegir el camino adecuado es bastante complicado pero la ventaja es que cuando tienes un buen padre o una buena madre el o ella siempre están para apoyarte aunque te equivoques.

Pero a cambio de ese apoyo en lugar de llorar como Boabdil al perder Granada, uno tiene que cambiar y madurar para asumir sus responsabilidades.

El comportamiento de Boabdil es no solo frecuente en niños y adolescentes, personalmente a mi me pasaba igual al poco del fracaso de mi relación sentimental, lloraba y lloraba, sin entender el porque ella había volado con otro, ahora me he dado cuenta de que si paso es porque paso y no vale la pena llorar solo seguir hacia delante.

La pregunta que me hago es ¿conseguiré el resto de mi vida seguir pensando así? o por el contrario ¿volveré a llorar como Boabdil? la verdad es que solo la vida me lo podrá decir lo que si que pienso es que voy a disfrutar de mi Granada particular hasta que lleguen los Reyes Católicos y me echen...